viernes, 11 de diciembre de 2015

EL ENIGMA DE LA PUERTA 13 - Carmen Babiloni

La entrada de hoy se la voy a dedicar a varias puertas Nº 13 que me encontré recorriendo alguno de los pueblos de la Rioja Alta y como estoy haciendo últimamente también os incluyo otro de los relatos de los alumn@s del curso Sanscliche










EL ENIGMA DE LA PUERTA 13

Carmen Babiloni


Era una mañana cualquiera, de cualquier día y estación, en definitiva una más en mi ruta cotidiana para acudir a la  cita con el trabajo.
Ese día, no sé el porqué, mi coche se paró de repente, fue como si quisiera que me fijara en la casa que estaba al lado de la calzada justo en la calle martes.

En Casalarreina, un clásico para toda una vida.





Al salir del coche, para revisarlo, y saber que le podía suceder, me llamo la atención, la puertecita de hierro forjado, con el nº13,y un jardín el cual pedía a gritos ¡tengo sed! por favor un poco de agua,, y como amante de la naturaleza, me sentí con la responsabilidad de socorrer a unas plantas agonizando. Mientras esperaba al mecánico, me acerque a la puertecita del jardín que tenia grabado el nº 13, puse la mano sobre el picaporte y con gran sorpresa descubrí que estaba abierta, me estaba invitando a pasar a su interior, husmeé su entorno, descubrí la manguera, pensé, aprovecharé la espera, dando de beber al sediento, ya que es una obra de caridad.
Al terminar, descubrí que se acercaba alguien a mi coche, me apresuré a salir cerrando la puertecita detrás de mí, era el mecánico y atendió rápidamente la necesidad de mi vehículo, cuando terminó, me monté en él y reanude mi camino, pero en mi se creó la necesidad de saber que pasaba y qué había detrás de la puerta 13.

A partir de ese día que visite el jardín, cada día cuando pasaba por ese tramo de carretera, mi coche se relentizaba,como si él comprendiese mi necesidad de saber lo que pasaba en la casa, allí estaba el colmo de la superstición, al lado de la puerta13 entrada principal de la vivienda, había una escalera, con un muñeco que pasaba por detrás de ella, en la misma en el último peldaño, un gato negro de cerámica precioso, colgado al revés un paraguas dando vueltas a su alrededor, era un paisaje enigmático, digno de descubrir.
La curiosidad se iba adueñando de mí y no dejaba de pensar qué mensaje me quería transmitir el nº13 de aquella vivienda semiabandonada, qué pasaba con los dueños, con el jardín, que sufría, la sed de un desierto, no pude más así que un día decidí, que todas las semanas entraría a calmar la sed del jardín.


Decidí un día madrugar y antes del trabajo resolver lo que había en el interior de la vivienda, paré el coche en la misma puerta, puse la mano al picaporte, y la puertecita cedió, entré con el corazón a toda marcha, me acerque al 13 de la entrada a la casa, allí había una nota que ponía , la curiosidad mato al gato, pensé ¿que voy a encontrar ahí? apreté el pomo y la puerta se deslizo con un chirrido, entre al interior y al cerrar me di cuenta que detrás de la puerta 13 había una nota, su letra era tan pequeña que tuve que utilizar las gafas.
Empecé a devorar las lineas, y halle el enigma, desde siempre y para siempre detrás de un puerta con el nº l3 hay una con el nº 14.




Bañares


El final de este relato me ha hecho sonreír. Pero yo, más bien diría, "que hay una 15". Por lo menos aquí en España, aunque tengo entendido que en otros países la numeración es correlativa.

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