jueves, 21 de enero de 2016

DOS TRECES Y UNA SUPERSTICIÓN - GRAÑÓN, La Rioja



Cuando llegué a Lima descubrí una superstición relacionada con el número 13. En el hotel en el que estuvimos alojados nos dieron dos habitaciones, una en la planta 12 y la otra para mis hijos en la planta 14. Cuando nos dieron las llaves, nos dijeron, "justo encima de la de ustedes". En ese momento no fui consciente de lo que nos decían, pero al meternos en el ascensor e ir a apretar el botón para subir a nuestra planta, nos dimos cuenta de que la planta nº 13 no existía.
Más tarde cuando volvimos al Hall, les preguntamos el por qué de la falta del nº 13, y su respuesta fue que no lo ponían por el hecho de que era un número de mala suerte.
La verdad es que me sorprendió ese hecho, ya que la planta nº 13 para mí seguía existiendo, ya que si salias a la calle y contabas las plantas del edificio, no me saltaría el 13. Si la hubiesen dejado cerrada, o fuera de servicio para los huéspedes, lo vería lógico, pero simplemente lo que habían hecho, era saltarse el número.
Aunque luego me enteré de que en otros hoteles, esa planta la tienen cerrada al publico, y es utilizada para el servicio.



No sólo sucedía eso en algunos de los hoteles, también lo puede ver en algunos edificios. El piso nº 13 se lo saltaban, así que en los ascensores lo evitaban.


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