Como todas las primaveras, también este año las calles del casco antiguo de Córdoba se llenan de los llamativos colores de las flores que decoran los patios de sus viviendas. Que tras haber sido cuidadas durante los largos meses del frío invierno, vuelven a florecer con la llegada de esta estación.
Conocedora de esta tradición cordobesa, hace unos años, mi amiga Pilar Altuzarra, viajó hasta Córdoba para poder ver estos pequeños museos de la flor, qué como os he dicho se celebra cada mes de mayo, en esta ciudad andaluza. situada a orillas del Guadalquivir, y a los pies de Sierra Morena
Conocedora de esta tradición cordobesa, hace unos años, mi amiga Pilar Altuzarra, viajó hasta Córdoba para poder ver estos pequeños museos de la flor, qué como os he dicho se celebra cada mes de mayo, en esta ciudad andaluza. situada a orillas del Guadalquivir, y a los pies de Sierra Morena
Por supuesto, antes de viajar le recordé que fotografiase alguna puerta 13, y como podéis ver así lo hizo
Paseando por sus calles se puede apreciar los elementos arquitectónicos de cuando Córdoba estuvo gobernada por los musulmanes.
Se dice de Córdoba que hacia el siglo X fue la ciudad más grande, culta y opulenta de todo el mundo
Su casco antiguo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994, uno de los edificios más importante y que es el símbolo de la ciudad es su Mezquita - catedral de Códoba, antes se le conocía como la Catedral de la Asunción de Nuestra Señora, y también como Mézquita de Córdoba, también declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad
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